Sabes mi amor?,
ayer me encontraba en un supermercado,
y grata fue mi sorpresa,
al encontrar artesanías con el logotipo de mi país;
habían capiruchos, yo-yos, y otros volados,
pero sentí que la sangre se me había helado,
cuando una hondilla estuvo frente a mi.
Ahí estaba ella... toda glamorosa,
con su asa de madera, sus seis varas de hule doble;
y un cuero nuevecito sin estrenar.
Y coqueta de reojo me veia, como diciéndome :
¡Que! ¿No te parezco apetecible para llevar?.
Inmediatamente víme transportado,
a mis primeros días de cacería,
cuando me internaba por los montes,
buscando darle mortal agonía, a cualquier avecilla;
que distraída en su trino,
por frente se me fuese a poner.
Silencioso como el tigre, divisaba mi objetivo,
me remontaba en la velocidad del viento,
y feliz y dichoso, para mis adentros me decía:
¡Mira esta!..."Hasta de pechito se me vino a poner".
Luego estiraba sigiloso todo lo que diera esa hondilla,
sigilosamente y muy despacito la apuntaba,
y al soltar el proyectil; acto seguido se escuchaba un cueretazo.
Y para mi desgracia...en mis dedos o en mi costillas;
inevitablemente el mensaje artero iba a parar.
!Ah¡ Que inmenso dolor estos desaciertos me infringían,
mis días de cacería solamente agonía me producían;
así que fue por eso,
me volví un amante de la naturaleza empedernido.
Y ahora siempre que veo una avecilla...por ella siento un inmenso amor.
♞
Sir Galahanth
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