Quizá por el simple hecho de que tú nunca me leas,
o jamás llegues a saber de estos versos....
que en la soledad para ti he escrito.
Tal vez por que el inmenso amor, que en mi tu despiertas;
no encuentro el camino certero, para franquear esa barrera de ansiedad;
que me produce el simple hecho, de no poder estar a tu lado.
Difícil me resultará explicártelo, en unas cuantas palabras;
en que efímeras....desatienden del poema, su belleza;
todo para llamar la atención, que tu nunca me has brindado.
Sin embargo te insisto....Margarita; por que me resultas
una fuente inagotable de paisajes tiernos; cuando ensimismada
y a la distancia...veía tu cabello descansar, con una suave apariencia
de cascada de luna; hasta perderse tímido, mas abajo, en un leve roce con tu pecho.
Dulce cohecho, que me invita a acariciar con mis labios, tu cuello;
para decirte así en silencio: cuanto te amo. Y aunque al no estar conmigo,
tu presencia, a mi falta de aliento, yo reclamo; paráfrasis que no tiene sentido.....
te siento tan viva y tan mía, en cada parte de mi cuerpo.
Porque llenas mis distintas oquedades, con esa pureza que solo en ti, encuentro;
convirtiéndote así, en mi única estribación...desde la cual creo, y concibo el cielo;
puro y sin desasosiego, para poder morar para siempre contigo...
y poder susurrarte una y otra vez, tu nombre...Margarita.
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