De pie en el centro del ruedo,
solo se encuentra el matador;
frente a el un bello toro haldinegro....
que cansado ya, de tanto abanto,
acude con finura a cada cita.
El diestro le ahoga, para adornarse,
apretándosele muy arrimado y con cada grito....
Ole;
atornillándose firme a la arena,
bamboleando su capote al aire, sin pena....
barriéndole también con su fe .
La emoción se contiene, tras una bibaina,
que hace explotar en bufidos, al burel;
seguido después por una navarra,
y tras ella, una caleserina...
que aplausos arranca, a granel.
Mas quiso para desgracia del Torero,
con una ultima Verónica adornarse ...
pues inspirado, aquel día se sentía.
El sol ya no brilla más en lo alto;
se alcanza a percibir un seco grito....
Ajá.
El toro acude al invite con codicia,
y como adivinando el pase instrumentado;
gira en movimiento no esperado,
su perla cornamenta, que hilador...
obsequia en el pecho al liador,
para concedrele igual, una mortal cogida.
Cae la tarde, cubriendo de grana,
el cielo y el suelo;
solo reina en lo profundo
un total silencio...
Que resulta extrañamente, desgarrador.
Cae también tras de ella, también el Torero,
cuyo cuerpo ya inerte...
cuentas deberá entregar, al Creador.
♞
Sir Galahanth
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*Derechos Reservados*
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