Llegaste en el otoño de mi vida,
justo cuando todo parecía llegar
a su inexorable final;
pues cansado y vencido,
postrado en mi dolor, yacía...
y suministraste con tu voz,
una agradable brisa primaveral.
justo cuando todo parecía llegar
a su inexorable final;
pues cansado y vencido,
postrado en mi dolor, yacía...
y suministraste con tu voz,
una agradable brisa primaveral.
¿Sabes?
Cada uno de los días
que junto a mi, has estado;
ha sido como sumirme en un ensueño,
y te juro al decírtelo,
jamas fue utopía....
sin ti, no quiero ya nunca despertar.
que junto a mi, has estado;
ha sido como sumirme en un ensueño,
y te juro al decírtelo,
jamas fue utopía....
sin ti, no quiero ya nunca despertar.
Aun sabiendo que con esmero
muchas veces te he lastimado:
amparado en mi mas completa ignorancia,
doy gracias al Dios divino...
por haberte llegado a conocer.
amparado en mi mas completa ignorancia,
doy gracias al Dios divino...
por haberte llegado a conocer.
Pues
llegaste en el otoño de mi vida,
y habiéndote en lo claro distinguido;
puedo decir, que en verdad,
por una vez... me amaron de verdad.
y habiéndote en lo claro distinguido;
puedo decir, que en verdad,
por una vez... me amaron de verdad.
♞
*Derechos Reservados*
Silvia Regina Cossío Cámara
No hay comentarios:
Publicar un comentario