Me gustas por todas esas palabras de amor
que nos hemos dicho;
aunque entre nosotros,
solo el silencio ha llegado a existir.
Esbozado en tímidas y cómplices sonrisas...
que es lo único que tu alma y la mía,
en este momento.se pueden permitir.
Preámbulo que nos anuncia, un sentimiento...
que dibuja la belleza que existe en tu ser.
Me gustas porque no existe otro verbo
que en este momento pueda ser congruente.
Mariposas aviesas, e inconsecuentes;
Que se quieren empeñar en entretejer,
con imperceptible lazo nuestras vidas.
Para hacerme creer por instantes...
que lo nuestro, si puede ser.
Sin embargo, considero firmemente,
que de otra forma no podría suscitarse;
pues tú eres en esencia, luz y alegría.
Y la oscuridad sabe cubrirse
con un frío manto...
que de súbito intenta apagar
aquello que se le opone con rebeldía.
Como lo haces tú hoy, frente a mi.
Aunque debes comprender,
que no resulta fácil amarme;
pues soy un manojo
de contradictorios raciocinios...
hipérboles de sentimientos,
que me hacen ser exagerado;
de vez en cuando..
Máxime si me asalta el presentimiento,
que tu me puedas dejar de querer.
¿ Que le vamos a hacer?
¿ Acaso no te dije,
que puedo ser un tanto contradictorio ?
Pero debes tu saber,
que nadie ha dicho que amarte a ti,
también resulte fácil tarea;
pues tengo que tratar de adivinar,
o comprender;
en cada gesto tuyo...
esa tu desnuda esencia,
que sin recato,
cada vez que te miro,
me llegas a mostrar.
Suave, dulce y delicada;
pero tan inalcanzable y divina a la vez.
Y es por eso, que he decidido escribirte
estas letras sin sobresaltos;
aún cuando haces latir mi corazón
con furia...
Porque me gustas mucho.
Pero mucho más,
cada que te siento venir.
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Andrés Alfredo Orellana
Sir Galahanth
< Autor >
